Hola, soy Jaime.

Me llamo Jaime Gómez-Obregón. Hago cosas™️ con ordenadores, leo y escribo.


Jaime Gómez-Obregón

Balance de doce meses troleando al Estado

Pasé doce meses de hiperactividad concentrada en una personal parafilia: utilizar mis conocimientos de tecnología y bases de datos para provocar cambios positivos en las muchas praxis que no me gustan del Estado y su Administración pública. Una disidencia divertida, gamberra y a veces al borde de la ley, pero siempre por el lado de dentro. Y que pretende cambiar las cosas más con la inteligencia irreverente que con la mera queja airada, ese deporte nacional tan practicado en las redes sociales. Así lo compartí en una lista de correo en enero de 2023; epílogo que ahora recupero y publico aquí, para quien quiera disfrutarlo.

Querido amigo; querida amiga:

Nuevo año; nuevo balance del anterior. Me ilusiona compartir contigo diez batallas que he librado a tu lado. Diez troleos o hackeos; diez provocaciones al Estado para tratar de inspirar cambios positivos. Me siento satisfecho, pero aspiro a que el año que viene nos traiga diez veces diez:

  1. He puesto los puntos sobre las íes al Gobierno de Navarra

    Que puso en marcha un metaverso sin futuro. Planifiqué la pelea, preparé una declaración de guerra y Majo Montesinos —⁠locutora profesional⁠— le puso la mejor de las voces. Escribí un robot que revisa cada cinco minutos quién entra o sale del metaverso del Gobierno. Y otro que lo difunde en Twitter. Luego hice público el programa y los datos, porque el Gobierno no da cifras. Y vosotros lo hicísteis viral. El lío llegó a la Confederación Empresarial Navarra, y me invitaron a un debate público con el responsable político de la iniciativa. Acepté, y al día siguiente la prensa de la Comunidad titulaba El Metaverso de Navarra: ¿herramienta útil o marketing?. Con tal impacto y más de 200 000 visualizaciones del sarcástico vídeo de denuncia, tenlo por seguro: hemos logrado que otros gobiernos y ayuntamientos se lo piensen dos veces antes de dispendiar dinero público en chorradas digitales.

  2. He propuesto un BOE supervitaminado

    Hay más de 130 000 abogados en España, y muchos cientos de miles más que, sin serlo, consultamos el Boletín Oficial del Estado con frecuencia. ¡Pero el BOE es muy mejorable! Partí de una idea y se me fueron ocurriendo más. En solo diez días lancé 🦸‍♂️SuperBOE, una primera y limitada exploración de estas ideas. Ahora tengo la cabeza efervescente con más mejoras para un BOE nuevo. No caben aquí, pero cuando las desarrolle las detallaré en una próxima carta a mis patronos.

  3. He demostrado que hay otra forma de tratar los archivos públicos

    Intenté visitar el archivo fotográfico histórico de mi ciudad, y todo fueron trabas. Pero se me ocurrió una idea: hacer un visor completamente nuevo para explorar de forma divertida las imágenes antiguas con innovaciones como la visión artificial. Ilusionado, lo llamé Retrosantander y lo abrí al mundo como software libre. Gente de todo el país comenzó a acercarse a la historia de la ciudad a través de este nuevo acceso. Pero el Ayuntamiento aguó la fiesta: retiraron el archivo de internet y Retrosantander se fue a pique. Lejos de tirar la toalla, redoblé la apuesta y repetí la aventura en Guipúzcoa, donde la Diputación aceptó mi iniciativa con los brazos abiertos. Así ha nacido retrogipuzkoa.com. La historia se hizo viral y llegó a los medios. Así le hemos dicho bien fuerte a todos los concejales de España que los recursos culturales son el patrimonio de todos, no su Scattergories.

  4. He hackeado a Hacienda. Tres veces.

    En la primera, encontré una vulnerabilidad en una aplicación del Ministerio y la utilicé para incrustar un vídeo paródico titulado Hacienda somos todos. Lo resolvieron rapidísimo. En la segunda, me propuse descargar todos los contratistas de la Junta Consultiva de Contratación Pública para cruzarla con mis herramientas de auditoría de los contratos públicos. El Ministerio permite consultas individuales, aunque se cuida de impedir informáticamente que puedas bajarte la base de datos completa. Pero encontré cómo hackear la aplicación, descargué todo y lo publiqué. ¡Son datos públicos! ¿La respuesta del Ministerio? Cerrar el buscador. El escándalo saltó a la prensa nacional. Después —⁠como jugando con Hacienda al gato y el ratón—, expliqué públicamente cómo descargar el Registro Oficial de Licitadores del Estado. Y volvieron a tapar el agujero.

    Jaime 3 — Hacienda 0.

  5. He denunciado la opacidad en las sentencias

    En un hilo Twitter que vosotros hicisteis viral expliqué los acuerdos del CGPJ con las editoriales jurídicas para vender las sentencias de los tribunales en vez de publicarlas libremente para todos en abierto. Durante semanas ahondé en el limitado acceso a las resoluciones judiciales. Mi artículo fue publicado en Hay Derecho, una influyente fundación del sector jurídico. Ruido hemos hecho, porque Derecho Práctico le ha preguntado al director del Centro de Documentación Judicial (CENDOJ) sobre la idea que propongo. Creo que es factible —⁠ha contestado antes de una retahíla de peros—. España es el país más transparente del mundo, ha apostillado, confirmando que vivimos en generaciones y galaxias diferentes.

  6. He publicado todas las subvenciones a empresas

    Encontré el truqui para descargar la Base de Datos Nacional de Subvenciones, algo que —⁠¿lo adivinas?⁠— el Estado no permite. Me pareció divertido compartir el truco y mi autopsia posterior del portal ministerial. La descarga arrojó 350 000 convocatorias de subvenciones públicas con 3,82 millones de beneficiarios. Publiqué la lista de subvenciones a empresas. ¿Cuáles son las más subsidiadas de España? Obtuve esta y otras respuestas y propuse un hackathon. En una detallada carta expliqué a mis patronos todos los detalles y por qué esto último no terminó de cuajar.

  7. He programado un cronograma de contratos públicos

    Y aunque aún no lo he publicado, el trabajo está muy avanzado. Es una visualización interactiva para que cualquiera pueda explorar las adjudicaciones de contratos que tienen lugar en España. ¡Y que hacerlo sea divertido! Servirá para entender mejor cómo se adjudican los contratos. Y, no lo dudes, para aflorar un buen número de chanchullos y corruptelas que suceden todos los días en torno a lo público.

  8. He publicado La donación como software libre

    Es el código fuente completo de mi denso trabajo La donación. Pienso que puede ayudar a otros investigadores a difundir sus propias investigaciones utilizando mis herramientas, que desde ahora son software libre. Ahora todo el mundo puede apoyarse en mi meticulosa herramienta para contar cualquier historia que tenga un plano geográfico (mapas), una dimensión documental (papeles y documentos), individuos y/o sociedades conectados mediante relaciones (el quién es quién) y una cronología de sucesos. Sé —⁠y me ilusiona⁠— que hay periodistas trabajando con ello a ambos lados del Atlántico.

  9. He evangelizado a centenares de funcionarios

    Mi esperanza no son los políticos, sino los servidores públicos. Ellos sí pueden cambiar el sistema desde dentro. Quiero inspirarles e insuflarles ideas y visiones nuevas. Este año he intervenido en nueve foros y congresos. 24 000 kilómetros. En mayo fui a Córdoba y expuse mi ponencia Hackeando el miedo a la transparencia ante un auditorio lleno. Más de mil inscritos hubo a Transparentamos la digitalización o no jugamos, en línea para la Generalitat de Cataluña. En junio impartí Tecnología y datos para investigar la corrupción, en Zaragoza, de donde fui a Navarra, a un coloquio con Guzmán Garmendia, director general de telecomunicaciones y digitalización del Gobierno de Navarra. En el País Vasco di a periodistas una sesión titulada Datos y periodismo de investigación. Ya en julio conduje hasta Cádiz, donde impartí Herramientas digitales contra la corrupción y para la transparencia en el sector público. La lista sigue: Almería, el Congreso Internacional de Transparencia en Cartagena, un congreso policial internacional en Madrid, la Fundación Wikimedia en España… Acudo y explico por qué necesitamos datos y tecnología para luchar contra la corrupción en España.

  10. Me han nominado a un premio contra la corrupción…

    …y por el estado de Derecho. Le estoy muy agradecido a la Fundación Hay Derecho, a quienes postularon mi candidatura y al jurado que me nominó finalista. Aquí tienes el vídeo de mi nominación, y una entrevista más detallada en la que pude explicar mejor mi trabajo y sus porqués.

…¡Y muchísimo más!

Que no cabe aquí. Como poner en evidencia la Plataforma de Contratos del Sector Público y que un ex ministro me conteste dando la razón. Exponer la opacidad de la RAE, que recibe 500 000 € públicos pero su diccionario sigue siendo un negociete privado. Dar luz y hacer viral el dinero que los políticos reparten a los medios. Escribir el manifiesto Por una digitalización lenta. Declararme con 25 años de retraso a la chica que me gustaba en el instituto… Explicar que la Administración habla en marciano y que me hagan caso y lo corrijan. Guardar memoria audiovisual del despilfarro de los Amazon públicos. Decir adiós a un compañero alegre con el que he sido muy feliz y programado mucho…

Ahora es tu turno: ¡toma partido!

Los últimos doce meses he invertido más de 2000 horas en estos trabajos. Investigando. Escribiendo. Programando. Pero, ¿de qué vives?, me preguntan con frecuencia. Pues vivo de un crowdfunding sostenido por voluntarios. Solo el 0,64 % de mis seguidores en Twitter contribuye con algo de dinero para que pueda seguir. ¿Me ayudas a llegar al 1 %?.