Jaime Gómez-Obregón

Corrupción, datos y tecnología: ayúdame a lanzar el siguiente proyecto

Hola, soy Jaime.

España es un país maravilloso. Pero tiene un grave problema: la corrupción. Un problema que los políticos no van a resolver.

Delitos fiscales. Prevaricación. Blanqueo. Malversación. Sobornos… Estamos tan acostumbrados a la corrupción en la política y las instituciones españolas, que ya nada nos escandaliza.

Nos han anestesiado.

Muchos se indignan; algunos miran hacia otro lado. Pero así las cosas no cambiarán nunca. Hay que dar un paso al frente. Hay que actuar. Pero, ¿qué podemos hacer tú y yo, desde la ciudadanía?

Yo he dedicado varios meses a desarrollar La donación. Es el compendio más exhaustivo de todas las corruptelas conocidas en torno a la más alta institución del Estado: la Casa Real.

Antes programé el mapa de la contratación pública en Cantabria, mi tierra. Con ello expuse y di visibilidad a varios chanchullos con dinero público que después recogieron los medios y llegaron incluso al Parlamento autonómico.

Hago esto porque creo que la transparencia es el más efectivo desinfectante de la vida pública. Y porque estoy convencido de que desde la sociedad civil podemos cambiar las cosas utilizando datos y tecnología. Enviar un mensaje a los que mandan. Influir.

Ahora quiero seguir radiografiando datos y documentos. Registrar informáticamente contratos, empresas, lugares, relaciones. Todo. Y desarrollar nuevas herramientas digitales. Públicas. Para todos. Recursos investigativos que lleguen adonde los periódicos no pueden.

Soy un ingeniero especialista en datos. Una persona independiente, sin interés en partidos ni siglas. Me financia un grupo de personas que comparten mi visión: que la tecnología, que ha transformado todo, puede transformar también la forma de exponer y combatir la corrupción.

Si quieres ayudarme, únete al crowdfunding con la aportación económica que elijas.

Estamos en el siglo XXI. Somos una sociedad despierta y activa, empoderada con más datos que nunca. Con tecnología y con redes sociales. Y dispuesta a defender el procomún.

Un abrazo,

Jaime Gómez-Obregón